Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2020) las MiPyMES de la región latinoamericana se caracterizan por tener una elevada participación en el número total de empresas y en los niveles de empleo. Sin embargo, desde la CEPAL se asevera que, respecto a los países desarrollados, se identifican importantes brechas de productividad que redundan en una insuficiente competitividad e inserción exportadora que obtura, vía la falta de divisas, los procesos de desarrollo y crecimiento económico nacional. Asimismo, otro hecho relevante es que las brechas de productividad, salarios e inserción exportadora entre las MiPyMES y las grandes empresas de la misma región latinoamericana son sustancialmente mayores a las verificadas en los países desarrollados. Según el organismo de la Organización de las Naciones Unidas, en el año 2016, la productividad promedio relativa de las microempresas regionales respecto a las grandes empresas es de un 6% mientras que, con un 42%, la brecha es apreciablemente menor en las microempresas de la Unión Europea (UE). Por su parte, en las empresas pequeñas la productividad promedio relativa de las pequeñas empresas latinoamericanas es del 23% respecto a las grandes empresas de la región mientras que en sus pares de la UE; dicha relación se ubica en el 58%. Finalmente, las empresas medianas de Latinoamérica poseen una productividad relativa del 46% mientras que en las de la UE esta se ubica en un 76%. En la Tabla 1 puede visualizarse, para países seleccionados, la asimetría entre las MiPyMES latinoamericanas y las MiPyMES de la Unión Europea, tanto en materia de salarios relativos con respecto a las grandes empresas, como en la participación de las MiPyMES en las exportaciones totales.